Se miraba el pie descalzo, y rozó suavemente con los dedos una ortigablanca.
2
A las telarañas de los emplastos añadieron polvo de dionisíade, hojas secas de ortigablanca e hinojo de Macedonia.
3
Alverja, bolsa de pastor, coniza, margarita, ortigablanca...
4
Yo madrugo para acudir a ominosas judicaturas, dirimo mi cabeza mediante champúes secos a la ortigablanca, hasta tener el pelo incendiado de conciencia.
5
Las fui examinando una a una: lavanda, tomillo, hinojo, mandrágora, cola de caballo, diente de león, salvia aromática, lúpulo, adormidera y hojas de ortigablanca.
6
-Enla ortigablanca, la ortiga muerta, hay que buscarlos en el envés: unas manchitas negras y alargadas; ¡parecen una cosa la mar de secreta!