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La cabeza me duele de la hostia y tengo ganas de potar.
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Salían vacías y regresaban con la santa hostia, con la Divina Forma.
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Ya sabe que entonces aquellos ya eran más raros que la hostia.
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Por lo que contaba Preston, esas calles deben de ser la hostia.
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Pimpollo, escucha al Dulce Jones y serás un chulo de la hostia.
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Jodido, hostias, sigo atado y me he dado un montón de golpes.
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Al rato se pone tan pesada que tengo que darle dos hostias.
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El sacerdote puede limpiar las hostias y comérselas, pero ¿y los gusanos?
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Le voy a dar dos hostias como no pare de mirarme así.
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Imperturbable, puso a buen recaudo las hostias, los cálices y la patena.
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Naturalmente, Le Ber atribuía su excelente salud al consumo diario de ostras.
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Me pregunta si he pedido expresamente ostras; conoce sus famosas propiedades afrodisíacas.
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Sin embargo, en mi opinión, se equivoca al centrarse en las ostras.
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Sin duda hay enemigos naturales que frenan el incremento de las ostras.
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Unos callos no me lo parecen, pero sí las ostras por ejemplo.
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Te lames los mocos del labio superior; saben a algas y ostras.
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Un mercado donde su abuela compraba ostras para el Año Nuevo chino.
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Naturalmente, cenamos pescado: ostras y lubina, cangrejo y anguila, mújol y salmonete.
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Cenamos agua, el puñado de serpientes de mar y unas cuantas ostras.
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En este momento podría dar cuenta de un enorme plato de ostras.
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Dupin jamás había visto la cría de las ostras de aquel modo.
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Mientras tengo un caso entre manos, las ostras no me sientan bien.
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Tengo a dos miembros de mi personal que dicen que tomó ostras.
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Y también ayudarían al éxito de la pareja de cultivadores de ostras.
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Yo le había dicho mil veces ostras, Bernat, piénsalo antes de decirlo.
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La vida tenía sus compensaciones; en Roma siempre habría salmonetes y ostras.
