1
Perros salvajes y cadáveres y el sabor ferroso de la memoria antigua.
2
El sabor ferroso del agua del estanque todavía le llenaba la garganta.
3
Deslizándose entre el paladar y la lengua sintió el sabor ferroso.
4
Sacó la lengua con cuidado y notó el sabor ferroso de la sangre reseca.
5
Ahora Girolamo siente el sabor ferroso de la sangre.
6
Siento que me sube el pánico por la garganta, con el sabor ferroso de la sangre.
7
La boca se les llenó del sabor ferroso de lo que ya no había ni tendría remedio jamás.
8
Cuando el oficial supiera quién era su prometida, el sabor ferroso de su orgullo herido se convertiría en miel.
9
Me separé con rapidez y lo miré confundida, sintiendo en las papilas gustativas el sabor ferroso de la sangre.
10
Se llevó los dedos a los labios para sentir el sabor ferroso y penetrante de la sangre del muerto.
11
Sentía el sabor ferroso de la sangre y tenía que luchar contra el mareo que le llegaba en oleadas continuas.
12
El pecho le batió con violencia y se le contrajo la garganta, y un sabor ferroso le inundó la boca.
13
Yo me pasé la lengua por la comisura del labio y sentí en mi boca el sabor ferroso de la sangre.
14
Pero luego llega el borrón confuso en el que hay oscuridad y sombras y el sabor ferroso en los labios y nada más.
15
Cuando los espectros que flotaban ante él le susurraron que luchara, pensó que agonizaba y el sabor ferroso de su propia sangre se lo confirmó.
