Procedente de un país sitibundo, ver correr el agua le producía una emoción casi religiosa.
2
Acezó para respirar, con un gesto de perro sitibundo, y miró de reojo a su acompañante.
3
El anciano se la llevó a los labios sin codicia, y pareció disfrutar, sitibundo, de su frescor.
4
Sin embargo, el pecado es como un abismo demasiado hondo, como un pozo sin agua para el sitibundo.
5
Agachóse sobre el estribo y de entre las patas de los caballos sitibundos sacó su cuerno rebosante.
6
Se adivina su actitud sitibunda y noviestructural, pero no evidencio en él ninguna estética alboreal o intuible de primicias.
7
Más de una vez había envidiado, delante de mí, la autoridad de una reina cruel sobre un país abundante en leones sitibundos y flavos.
8
La tierra sitibunda se hizo estéril, y los marcianos, junto a la sed, hubieron hambre; debieron pasar siglos tristísimos, terribles, purificadores, espantosas jornadas de desesperanza.
9
En los sitibundos desiertos de Libia se suele oír un proverbio de caravana, que dice así: "Bebe del pozo y deja tu puesto a otro".