En realidad, es tan atea como yo.

Por lo menos que sea una ayuda para que la niña no salga tan atea como tú.

Me he vuelto tan atea con el paso de los años...

Mi propia madre, tan atea como se cree, ¿por qué iba a exasperarse tanto hablando de religión si fuese atea absoluta?

Pero en estos tiempos... Desde luego, no lo haces por una cuestión religiosa, porque que yo sepa eres tan atea como yo.

-Seguramentesoy tan atea como tú -especulóen tono altanero-.

¿ Tan atea se había vuelto la gente para que el Señor los castigara con la misma dureza que a esos paganos asesinos?

-¡Banderita, yo soy roja, sí, señor, qué pasa, más roja que la Carrillo, que era tan atea y al final la han ganado las Iglesias!