Mi prestigio quedó tan menguado que casi lo perdí por completo.

Poco espíritu debe de tener tal madre cuando tan menguado muéstrase el hijo.

Mi poder no está tan menguado, espero, como para no conseguir una cosa semejante.

Un resplandor verde, tan menguado que apenas era distinguible, se hallaba cerca de la puerta.

En verdad, quedó maravillado de la rara y aun prodigiosa inteligencia de tan menguado ser.

Lo insólito era que la joven tenía un cuerpo tan menguado que parecía el espíritu de la golosina.

Así contribuirá a aumentar el caudal común de la felicidad humana, tan menguado en los tiempos críticos que corremos.

El general Sánchez Bravo tenía buenas maneras, pero su repertorio ideológico era tan menguado como el presupuesto del municipio.

Era otro de los tributarios del Jordán, en este caso, como digo, con un cauce tan menguado como transparente.

No le pareció que fueran de la misma talla que el cuerpo tan menguado que se le había quedado.

Bueno, igual no tan menguado.

Y Denis lo vio tan pequeño, tan menguado, que lo abrazó, también aturdido por lo que acababa de escuchar.

Su poder estaba tan menguado que resultaba casi inapreciable...

Todo lo dirigía ese hombre tan menguado como desagradable...

Mi estado de ánimo era tan menguado que me volví de espaldas, no deseando tropezar con la mirada del joven Zebedeo.

Los interrogantes eran tantos y el tiempo tan menguado que, ganado por la impaciencia, decidí actuar de inmediato aunque extremando la prudencia.