Como les dije, ha habido templarios blancos y negros desde el principio.

Varios hombres a pie lo seguían, entre ellos los templarios blancos.

En el fondo, supongo que no sabes gran cosa de los templarios blancos.

Sinan los había entregado a ambos a los templarios blancos en señal de obediencia.

Como en los valerosos tiempos de los templarios blancos, me asocio con los asesinos.

Después de todo, los hombres que había oído tal vez no fueran templarios blancos.

Prisionera de los asesinos que la habían capturado para entregarla a los templarios blancos.

Nos veías como templarios blancos que cabalgaban contra el mal, jaleados por la multitud.

En cuanto a la explanada del Templo, estaba defendida por los templarios blancos y algunos valientes armados con hoces.

Si hubiera llevado su alforja, Morgennes hubiera podido curarlo, pero uno de los templarios blancos se la había quitado.

Los que gritaban eran los templarios blancos, a quienes Heraclio y Balian habían confiado el mando de las tropas.

Chátillon iba acompañado por Gerardo de Ridefort, Bernardo de Lydda, Wash el-Rafid, dos ballesteros y seis templarios blancos, entre ellos Kunar Sell.

Simón contempló el lugar donde había combatido, menos de seis meses atrás, junto a Morgennes y Casiopea contra Sohrawardi y los templarios blancos.

Ninguna persona había contado nunca para aquel a quien los templarios blancos habían apodado el "diablo del hacha" o el "diablo nórdico".

Porque si no recuerdo mal, le vi en El Khef cuando yo estaba con los templarios blancos y trabajaba con los asesinos..."

-Lostemplarios blancos... -Morgenneslanzó un suspiro-.