1
Humilde Medida levantó un par de tenazas de hierro de mango largo.
2
Sus dedos dejaron de bailar y agarraron unas pesadas tenazas de hierro.
3
Sobre él descansaban varas y tenazas de hierro, centelleando, al rojo vivo.
4
Fui a la alcoba de la entrada a buscar las tenazas de hierro.
5
Los dedos de Jonás se clavaban en sus brazos como tenazas de hierro.
6
Era como si estuviera firmemente sujeto por un par de tenazas de hierro.
7
No sintió dolor ni cuando las tenazas de hierro le cortaron el hueso.
8
Sabía que había pisado unas tenazas de hierro, quizás una trampa para osos.
9
Los enormes dedos del negro se cerraron como tenazas de hierro.
10
Te salen de los ojos unas tenazas de hierro... ¡Ah, qué largas son!
11
García Oliver agarró unas pesadas tenazas de hierro y removió los troncos casi consumidos.
12
Con unas tenazas de hierro, removió los rescoldos rojizos, arrancándoles una lluvia de chispas.
13
La chimenea estaba llena de tenazas de hierro, palas, atizadores.
14
Sus dedos parecían tenazas de hierro, aunque nunca se lo dije a ser Arlan.
15
Allí estaban las tenazas de hierro, a su alcance.
16
Entonces la aplastó contra él y la sujetó con unos brazos como tenazas de hierro.
