Y, hablando de escamas, ¿qué debíamos pensar del muchacho alagartado?

Esto también previendo que algunos parientes alagartados, que no merecen libertad, dejen a los más tímidos solo deseando.

Y entonces me fijé yo en que debajo de las zapatillas calzaba medias alagartadas, verdes, con grandes pintas negras.

Al pie del angosto crestón, alagartados entre los jarales y a orillas del río, Pancracio y el Manteca jugaban baraja.

Wray Vitki flota en su sombra, acarreando su propia medianoche, una oscuridad tallada en hombre con escamas de alagartados destellos.

Pero Theo sabe que el hombre de piel alagartada y ojos amarillos que se le aparece en sus pesadillas es Satán.

Yo le busco otra hembra más gozadera y menos alagartada que la Benilde, amo, le dije; un hembrón asalvajado con la papaya fresca.