1Mientras el mundo ardía, Europa debía unirse en una existencia común duradera.
2Todo ardía; en el río Volga, por ejemplo, incluso el agua ardía.
3No obstante, aunque ardía en deseos de escuchar aquella voz, se refrenó.
4Delante de mí ardía un objeto; un objeto que al tocarlo quemaba.
5Sin embargo, estaba seguro de una cosa: ardía de deseo por ella.
6Era evidente que él ardía en deseos de hablarle de lo ocurrido.
7Miraban con perfecta claridad cómo el barco partido ardía sobre las aguas.
8En ese momento, el objetivo ardía por dos focos diferentes de llamas.
9Un pueblo ardía a lo largo de la orilla varios kilómetros adelante.
10La lámpara de la señora Arnoux ardía; nada, efectivamente, le impedía subir.
11Sin embargo, yo ardía en deseos de que comenzara el segundo asalto.
12Las tierras desérticas que alumbraba parecían lunares también, irreales; el mar ardía.
13Otra sangre ardía en aquellos momentos no con menores deseos de batalla.
14Carter no dudó un segundo, porque ardía en deseos de seguir adelante.
15Naturalmente no iba a admitir que ardía en deseos de saberlo todo-
16Gracias a su nuevo talento, visualizó su interior, que ardía de necesidad.