Reinaba un caos espeluznante y ensordecedor, una babel de gritos y aullidos.

Una babel de gritos bestiales se elevó hacia las temblorosas estrellas.

Hasta que todo fue una babel de gritos, risas y patadas.

Durante unos instantes se mantuvo el silencio, y luego hubo una babel de gritos.

La sala se había convertido en una babel de gritos.

Llegó al despacho cuando la reunión se había transformado en una babel de gritos.

Aquella babel de gritos, mugre y calor nos dejó boquiabiertos.

Al instante se alzó una babel de gritos entre los aldeanos, celebrando su buena suerte.

Una babel de gritos y aullidos procedentes de los espectadores se elevó en un estruendo repentino.

Y entre aquella babel de gritos, John oyó:

El edificio era una babel de gritos y, dominando todas las voces, oí la de un hombre que rezaba.

La babel de gritos y salvajes aullidos que se elevó de la parte baja sonó como una respuesta a sus requerimientos.

Gale oyó un alarido chillón, extrañamente agudo y salvaje, lanzado por uno de los indios, que provocó una babel de gritos.

De pronto la sala se convirtió en un babel de gritos y alaridos que solo la mano alzada del duque logró, aunque lentamente, acallar.

A mi espalda estalló una babel de gritos furiosos de soldados que apartaban a los aldeanos a empujones y maldecían a quienes estorbaban su paso.

Una Babel de gritos bestiales subió hasta las temblorosas estrellas.