Perrin emitió un gruñido y, al advertir que había enderezado el cuerpo, bajódeliberadamente los hombros.
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Ante los asustados ojos de las dos mujeres, bajódeliberadamente el borde del vaso y, sonriendo, dijo:
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Con una enorme carcajada interior, decidió divertirse un poco y bajódeliberadamente la velocidad hasta que la sintió a unos cuarenta metros de distancia.
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Bajódeliberadamente la vista-
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-Turnerbajódeliberadamente despacio, sin dejar de hablar; el suelo de gravilla crujía y se deslizaba bajo sus pies impidiéndole andar de prisa.