Todo esto ante la mirada estupefacta del aprendiz de batihoja.
2
O hacerse batihoja, si no encontraba a nadie que le empleara por sus letras: "Allá habrá mil iglesias nuevas y hartos retablos que cubrir".
3
Solo los batihojas habían necesitado más de tres arrobas de oro puro.
4
Hay polvo de oro en los batihojas del bazar que brilla bien menos.
5
Los batihojas y tiradores saben bien la fuerza del oro en dejarse tanto adelgazar y doblar, sin quebrar jamás.
6
Esté donde esté Lucerna, hay en ella mucho señorío, batihojas y orfebres, y una feria de capas con fijador metálico.
7
Allí, bajo la invocación de san Miguel arcángel, en Manresa, había una cofradía muy reputada y respetada formada por oropeleros, guadamacileros y batihojas.
8
Naturalmente el rey tenía sus pretextos para la demora y en el alcázar trabajaban carpinteros, decoradores y todo un enjambre de batihojas y plateros.
9
Con aquel destrozo culminaba el trabajo de otros muchos batihojas y plateros que habían hecho de Santiago la meca de la filigrana y el labrado.