1
Esta vez mostró una rutilante moneda de oro, medio besante veneciano.
2
El Pez trazó dos señales admirativas y emitió su sonido besante.
3
De modo que no tendréis que desembolsar ni un besante.
4
El besante de oro tuvo que ser devaluado de nuevo.
5
Hasta el besante de oro, la más exquisita de las monedas, tenía dos caras.
6
La mano siguió extendida y puse en ella otro besante.
7
El Pez, que lo escuchaba, sesgó el chorro y dejó escapar un chasquido besante.
8
Un besante era una moneda de oro.
9
Cadoc entregó al portero un besante de oro: una extravagancia, quizá, pero le convenía causar buena impresión.
10
Y no te preocupes si un besante o dos les ha de ayudar a agudizar la memoria.
11
Guardé el brillante besante desde aquel día.
12
Cadoc rió, palmeó a Rufus en la espalda y le deslizó un besante en la única palma.
13
Hijo adoptivo de Asmodeo de Sinán, que éste adquirió por un besante bizantino, de ahí su nombre.
14
No hace mucho vivíamos la boca besante
15
Cobro un cuarto de besante por cada noche que paséis ahí arriba, y medio besante por el transporte.
16
Un besante valía veinticuatro peniques de plata, así que cincuenta valdrían...