Mientras esperaba al mecánico, se presentó sorpresivamente un brillador de vehículos muy simpático y atrevido.
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El aceite le dibujaba un sutás brillador de las comisuras de los labios a la barbilla.
3
El aroma de loción barata, el brillador de suelos, el perfume de gabardinas y chaquetas, no lo sé.
4
En lugar de contar frío, filoso, hiriente, inquebrantable, brillador, puntiagudo, enunciamos puñal; en sustitución de alejamiento del sol y profesión de sombra, decimos atardecer.
5
En lugar de contar frío, filoso, hiriente, inquebrantable, brillador, puntiagudo, enunciamos puñal; en sustitución de alejamiento de sol y profesión de sombra, decimos atardecer.
6
En lugar de contar frío, filoso, hiriente, inquebrantable, brillador, puntiagudo, enunciamos puñal; en sustitución de alejamiento de sol y progresión de sombra, decimos atardecer.
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En lugar de contar frío, filoso, hiriente, inquebrantable, brillador, puntiagudo, enunciamos puñal; en sustitución de ausencia de sol y progresión de sombra, decimos que anochece.
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Pero el mozo del café, próximo a ellos, con su negro traje y su pelo brillador partido pulcramente, les inspiraba un respeto temeroso...
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El viejo tiene el pelo blanco y los ojos azules y brilladores.
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Corren el área paredes a calicanto; arropa las dependencias una masa vegetal brilladora.
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Y un chubasco se deshace en hilos brilladores entre los pámpanos.
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Desenvainada, lució una hoja fina y brilladora, pura y limpia.
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En el crepúsculo, sus dientes y colmillos se volvían brilladores.
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Hago rodar en la taza el vino para que la pinte y eche ojos brilladores.
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Sus ojuelos brilladores miran de cuando en cuando a Yuste, y una ligera sonrisa asoma a sus labios.
16
Más allá el puerto de Navacerrada, a donde hemos subido fatigosamente, hundiéndonos hasta la rodilla en la brilladora blancura.