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El cabriolé de alquiler es mucho más estrecho que la berlina particular.
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Cruzó la calle justo antes de que pasara un cabriolé de alquiler.
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El tránsito matutino se reducía a algún que otro cabriolé de alquiler.
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Alberto dejó a la puerta del conde el cabriolé de alquiler en que había venido.
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En el mismo puente, delante de la bomba de la Samaritaine, encontraron un cabriolé de alquiler.
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Paró un cabriolé de alquiler y dio al cochero la dirección que Ramsay le había facilitado.
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Cuando llegamos a la ciudad, cogimos un cabriolé de alquiler para que nos llevara a Belgravia.
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Mojado y aterido, consiguió que un cabriolé de alquiler lo llevara a la hostería El Pino.
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El desconocido tomó rápidamente un cabriolé de alquiler, subió de un salto y emprendió la misma ruta.
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En el otro lado del camino se veía también un cabriolé de alquiler con caballos de posta.
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Un cabriolé de alquiler que la señora no había visto, por ocultarle una esquina de una pared.
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Saldré por la puerta de servicio y en la calle principal tomaré un cabriolé de alquiler hasta la estación.
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Tomaremos un cabriolé de alquiler.
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En ese instante, azar inaudito y maravilloso, Marius vio un cabriolé de alquiler que pasaba vacío por el bulevar.
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Pero ella ya había parado un cabriolé de alquiler, al que se subió sin mirar atrás, y desapareció de allí rápidamente.
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Charlotte se volvió, bajó por la escalinata y se acercó al bordillo de la acera para buscar un cabriolé de alquiler.
