Mori cogió una caja de kleenex y se la acercó a ella.

Clare había dejado una caja de kleenex en su mesita de noche.

Busca con los ojos una caja de kleenex e intenta limpiarlo.

La señora Harrows ya tenía la carpeta de Shakespeare y su caja de kleenex.

Siempre tenía una caja de kleenex junto a la mesa.

Tomando la caja de kleenex del suelo junto a Sandy, salió silenciosamente del coche.

Judy cogió toda la caja de kleenex.

Alargo mi mano hasta que alcanzo la caja de kleenex que hay en una esquina de la mesa.

Se había limitado a pasarle una caja de kleenex diciendo, como si Harriet le hubiera mostrado un grano:

Solo había una caja de kleenex en el coche, lo típico para limpiarse después de ya sabes qué.

Toallas de baño, jabón, champú, sangre en el suelo, papelera, caja de kleenex, bidet, inodoro, papel higiénico... Ya está.

Rebecca alcanza una caja de kleenex que tiene detrás sobre la mesa, saca uno y se suena la nariz con ruido.

Lo había dejado apoyado contra una caja de kleenex, a la derecha del ordenador, y no había vuelto a acordarse de él.

Sobre una mesa situada entre el bidé y la cama había una caja de kleenex y un rollo de toallas de papel.

Wendy se había olvidado de su abrigo pero no de su caja de kleenex, que esta vez eran de un tono melocotón.

El cretino me ha dejado por FaceTime, y yo sigo aquí con mi segunda caja de kleenex, comiendo como un pajarito desde hace dos días.