Era delgado, un canijo con aspecto de galo de unos cincuenta años.

Era un espacio tan canijo que mi grupo de quince entraba justo.

Su aspecto era ignominioso con la barba gris de tres días, canijo.

Entonces el canijo entró a paso lento y se acomodó en ella.

Por cómo nada ese canijo, diría que ya está del todo curado.

Nadie se mostró dispuesto a pegarse con un canijo tan rematadamente enloquecido.

Ellas, inclinadas hacia mí, estaban a la altura del canijo de Iván.

No está nada mal la mochila-cohete que se ha agenciado ese canijo.

En resumen, que antes el profesor era colega tuyo -dijoel canijo-

Aquí el gilipuertas dice que el canijo se ha estado poniendo impertinente.

Por estatura, Nicky DeVane era el canijo de la camada del Montcler.

Aquel árbol canijo y débil, encorvado bajo la lluvia, empezaba a irritarle.

El canijo anciano hizo una nueva reverencia y lo invitó a pasar.

Maldecía Sañudo, un legionario de treinta y muchos, calvo, bajito y canijo.

Miguel, el Migue, no es que pareciera canijo, es que lo era.

Si veo a ese rufiancillo le retorceré el canijo pescuezo yo solo.