Tenga en cuenta que es usted un señor grueso y casi calvo.

Una leve arruga surcó el cráneo elevado y casi calvo de Duncan.

Sus ojos parpadearon; sin su gorra, Kalychenko vio que era casi calvo.

El recepcionista era moreno, casi calvo y tenía los hombros muy anchos.

Aunque carecía de dientes y era casi calvo, se mantenía aún atractivo.

Era casi calvo y tan delgado que sus mejillas estaban muy hundidas.

Era un hombre de unos cincuenta años, tremendamente obeso y casi calvo.

Era un hombre de unos sesenta años, casi calvo y muy bajo.

Alto y casi calvo, llevaba un parche negro cubriendo su ojo derecho.

Había visto al hombre del auto: era casi calvo y perfectamente afeitado.

Es un hombre de unos cuarenta años, casi calvo, de cráneo ovoide.

Reconocí al padre Bidant, un religioso barrigón, casi calvo, enamorado de Oriente.

Armand y Konstanze se toparon con un hombre fornido y casi calvo.

Se le había caído el pelo a mechones y estaba casi calvo.

Era un monje pequeño y casi calvo, regordete, como los otros treinta.

Con su fino pelo pajizo aplastado por el sudor parecía casi calvo.