1
Los apilaron en la cucúrbita con alcohol, encendieron el fuego y esperaron.
2
El hermano Dimas se apresuró a poner la cucúrbita en posición.
3
La fuerza del vapor había hecho añicos el instrumento, tanto más cuanto que la cucúrbita estaba fuertemente sujeta con pernos a la montera.
4
Se escurrió silenciosamente entre los astrolabios de plata y las cucúrbitas de cohobación.
5
Y por el suelo se extendían cucúrbitas, sublimarios, crisoles, cubetas, almerices y botijos.
6
También solía apetecer de determinadas especias que algunas vendedoras guardaban con tiento en cucúrbitas de barro o canastillas de saúco y mimbre.
7
A veces, el cambio está muy claro, como la corteza más gruesa de los jícaros, o las semillas más grandes de las cucúrbitas.