Cuatro mil millones de esos generadores cabrían en una cucharita de café.

Había conseguido desatornillar la reja con el mango de una cucharita de café.

Estamos en diciembre, el mes menos apropiado para dosificar el agradecimiento con cucharita de café.

Era comer el plato preferido en cucharita de café.

Tomatis golpea lentamente, manteniendo un ritmo regular, con expresión pensativa, la cucharita de café contra el pocillo.

Había dejado al novato dando un puré de zanahorias a su madre con una cucharita de café.

Jugaba con la cucharita de café.

Lo ha escogido en líquido, una cucharita de café por la noche antes de irse a la cama.

Tráeme una cucharita de café.

Si recogiera toda la buena fe que hay ahora en esta habitación, no llenaría ni una cucharita de café.

Pero no lo hizo, sino que se puso a juguetear con la cucharita de café, con la cabeza gacha.

Ninguna cucharita de café.

José miraba, suspicaz, y comía yogur de frutilla con una cucharita de café diminuta que parecía un juguete entre sus dedos.

Pasó de pesar 126 kilos a 67, engañando a su cerebro con una cucharita de café.

Coge una cucharita de café, aprisiónala con ambas manos, un puño encima del otro, en la posición representada en la figura 41.

Pepe jugaba con la cucharita de café sin querer levantar la vista como por un pudor de mirar la cara de Paco.