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Pero Mohamed Alí no era más nacionalista que cualquier otro déspota oriental.
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Los poderes que asumió Stalin eran propios de un déspota oriental.
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Está superando al mismo Calígula con sus locuras de déspota oriental.
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Ningún déspota oriental se había rodeado jamás de una corte tan exótica y abigarrada.
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De Marsay ejercía el poder autocrático del déspota oriental.
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Tras la parada, los meroítas ofrecieron un banquete fastuoso, digno de los de un déspota oriental.
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Pasaba en el palacio de una déspota oriental.
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Uno es un déspota oriental cuya única fuerza está en los números, y el otro es un romano.
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Madariaga escribió que Primo de Rivera, en definitiva, parecía mucho más un bondadoso déspota oriental que un Mussolini.
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Un aristócrata de pura cepa, tan fatuo como un déspota oriental y más codicioso que las putas viejas.
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El malévolo Heródoto, por lo tanto, atribuye el ascenso de un déspota oriental a un ejercicio de prestidigitación venérea.
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Pero este pacto implícito fue roto cuando, caído Séneca en semidesgracia, Nerón se puso a gobernar como un déspota oriental.
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Stalin no realizó esas purgas por vano capricho de déspota oriental; fue obligado a hacerlo en su lucha por preservar el poder.
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Rocafort se había endiosado y no se daba cuenta que comportándose como un sátrapa o un déspota oriental se engañaba a sí mismo.
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Y si no tenías cabeza para darte cuenta, eso implicaría que te habían convertido en una especie de déspota oriental de cerebro podrido.
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Estamos lejos de la imagen de un déspota oriental que actúa según le place y que no se ocupa en absoluto de su pueblo.
