Esto ha traído como consecuencia que varios reos padezcan de parásitos y amebiasis.
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Las moscas se multiplicaron y hubo un brote de amebiasis.
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La amebiasis o amibiasis intestinal ocupó el tercer puesto.
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Has tenido amebiasis y la grasa ha desaparecido sin que hayas tenido que hacer nada.
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Sufren carencias nutricionales que acarrean una retahíla de enfermedades: raquitismo, tuberculosis pulmonar y ósea, malaria, amebiasis.
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Era la mejor manera de atrapar una amibiasis, y lo sabía.
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Clínicamente se distinguen la amibiasis intestinal aguda y la crónica.
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La amebiasis o amibiasis intestinal ocupó el tercer puesto.
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Se malogran los chamacos tifosos y revientan los viejos, con los estómagos roídos por la amibiasis.
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Además a la proliferación del animal se le atribuyen el aumento de amibiasis tanto en niños como en adultos.
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Los cuadros diarreicos por amebiosis y por otras causas son frecuentes.
Ús de disentería amebiana en espanyol
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La ingresaron cinco días antes con disenteríaamebiana exacerbada por la desnutrición.
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Los enemigos se llamaban kwashiorkor, bacilo vírgula, tenia, bilharzia, viruela, disenteríaamebiana.
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El sanitario dictaminó que se trataba de casos de disenteríaamebiana.
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En medio de las insalubres condiciones de los hospitales, Jane contrajo disenteríaamebiana.
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Para ambos el diagnóstico no podía ser más que disenteríaamebiana.
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Esto genera diarrea que puede ser sanguinolenta o mucoide y es llamada disenteríaamebiana.
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Había sufrido un ataque grave de disenteríaamebiana y habían llamado al curandero del risco.
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Al igual que mi bisabuela Lucine Guiragossian, mi bisabuelo Mahdallah Arisseddine murió de disenteríaamebiana.
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Murieron de malaria tropical, disenteríaamebiana y pulmonía.
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Una de éstas, la Entamoeba histolitica ("ameba de adentro, que disuelve los tejidos"), provoca la disenteríaamebiana.
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La disenteríaamebiana y los parásitos intestinales estaban muy difundidos y eran causa de muerte prematura en muchos casos.
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Evidentemente, también había regresado con disenteríaamebiana, que garantizaba reducir el entusiasmo de cualquiera por los viajes al extranjero.
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A las pocas semanas de vivir con Lucinda, fui a ver al médico y me diagnosticó una disenteríaamebiana.
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Algunos años después, cuando Wilhelm se hospedó en mi casa, tuvo una recaída de disenteríaamebiana asiática, que unos veinte años antes había adquirido.
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-Creoque no me equivoco si digo que la disenteríaamebiana ha desaparecido por completo -dijosentándose a su mesa de despacho, enfrente de mí.