Ignorándola, le alcanzó su estucheescolar que contenía una pluma, tinta y papel.
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Sacó de la caja un antiguo despertador Bayard que se puso delante, una lupa y un estucheescolar manchado de tinta negra cuya cremallera abrió.
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Con estos desechos crean nuevos artículos como estuchesescolares, mochilas, bultos, carteras, monederos e incluso relojes de pared.
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También muy asequibles son el pegamento y el típex, tan habituales en los estuchesescolares de niños de todo el mundo.
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Desde entonces, el personaje se impuso con un éxito comercial rotundo en el mundo mediante centenas de productos derivados, desde pijamas hasta estuchesescolares.