Tráeme la túnica para la presencia imperial, y también la faja negra.

Le identificó como paúl por la faja negra que rodeaba su sotana.

Tenía una camisa como azul, abierta adelante, y faja negra, de vasco.

Su propia faja negra adelgazante se le clavaba en la carne.

Se arrolló la faja negra a la cintura y caminó hacia la puerta.

Tiró de la faja negra que rodeaba la cintura del cadáver-

Colocó las fundas con cuidado, ajustándolas en su faja negra.

Enseguida se agachó para recogerlo: ¡un sobre con faja negra con un sello alemán!

La faja negra de la alcaldía cruzaba su ancho pecho.

Vestía una túnica roja, de seda, con dragones bordados, sujeta con una faja negra.

Vestía una sotana blanca rodeada por una ancha faja negra.

Ahora se acercaba a una estrecha faja negra que corría entre dos zonas de césped.

Sin facón, sin chambergo y sin la ancha faja negra que usaba a la cintura.

Tenía un pantalón de mezclilla azul, faja negra, boxer gris y una gorra tipo camuflada.

Llevaba una faja negra y un sombrero elegante, una espada resplandeciente y una sonrisa peligrosa.

Envolvía su barriga con una gruesa faja negra.