Que nuestra defensa vaya a fracasar no es motivo para evitar el combate.

Me repetía a mí misma que fracasar no era una opción.

Es verdad, no lo logramos, pero fracasar no es clasificar a un mundial.

De fracasar no habrán más Margaritas estudiando ciencias sociológicas o periodismo en su país.

Con vuestro don fracasar no podemos y sobre Cabhan prevaleceremos.

Porque fracasar no es una opción cuando el éxito es solo cuestión de más esfuerzo.

Por otro lado, las personas deben aprender que fracasar no es una sentencia de muerte.

Y la idea de fracasar no tiene porque evitarse.

Perder, fracasar no está en la mente de quien acciona pensando en positivo, en los logros.

Sus posibilidades de fracasar no eran mayores que las de cualquiera que dirigiese los trabajos en un yacimiento.

Y el que fracasa no tiene razón nunca, aunque rebose de razón.

Pero debéis ser consciente de esto: si la operación fracasa no regresaréis.

Pero no pudo, porque un médico fracasado no le dio esa posibilidad.

Ante un sistema que fracasó no podemos mirar hacia otro lado.

El hecho de que fracasaran no hace menos significativos sus esfuerzos.

Hay ciertas cosas a las que un fracasado no debe temer.