Había dejado de granizar, pero quedaban bolas de hielo por el suelo.

Primero se pone a granizar, después nieva y, a continuación, graniza otra vez.

Una tarde, se puso a llover bruscamente, y luego a granizar.

Había parado de granizar, y el suelo estaba cubierto de hielo.

Pero ¿no crees que deberías esperar a que deje de granizar?

Al principio parecía que iba a llover, pero en su lugar comenzó a granizar.

Llevábamos retenidos más de una hora cuando empezó a granizar.

Pero ha bajado mucho la temperatura y comienza a granizar.

Pero de pronto comenzó a granizar y aquello le decidió.

Había dejado de granizar y el viento redoblaba a la par que la lluvia.

Entonces empieza a granizar, y ya es la gota que colma el vaso, Pug.

Parecía que iba a granizar, algo zumbaba en el aire, como una energía acumulada.

Dos días después, al atardecer, comenzó de súbito a granizar.

Había dejado de granizar y volvía a salir el sol.

Salió del bar cuando anochecía y había dejado de granizar.

Tal vez volvería si comenzaba a granizar y sentía miedo, como cuando era pequeña.