1Los katumes descubrieron entonces Guandú, un continente inmenso de naturaleza montañosa.
2Vuestros robos y asesinatos, el expolio que estáis haciendo del Guandú, ha terminado.
3Voy a presentarles un ultimátum para que abandonen el Guandú en un mes.
4Los saurios deben conocer nuestra presencia en el Guandú, y deben aprender a temernos.
5Nos encontramos en el interior del hiperplaneta, en un lugar del desierto de Guandú.
6En efecto es una ciudad de las mayores del Guandú, de aproximadamente treinta mil habitantes.
7En el Guandú no había saurios y quedaba lejos de las tierras habitadas por éstos.
8Parece ser que dijeron algo como: Somos los dioses del Guandú, los dioses del Olimpo.
9Las tentativas de Katum de anexionarse Guandú resultaron infructuosas.
10Casi me atrevería a asegurar que ni siquiera sus aeronaves destacadas en Guandú llevan esa arma.
11Hasta tal punto habían despertado su conmiseración y sus simpatías aquellos valientes y salvajes pieles roja del Guandú.
12Tenía entendido que Guandú estaba deshabitado.
13Tuanko tomó una regla y midió sobre el mapa la distancia entre Katum y Guandú; trescientos mil kilómetros.
14Un hombre fue asesinato en la vereda Guandú en el sector de Santa Marta, distrito de San Miguelito.
15Los antiguos dioses de Guandú defraudan la confianza del pueblo, volviéndole la espalda cuando más necesaria es su intervención.
16La estación de Guandú donde se realiza el tratamiento de agua que abastece la población de Río de Janeiro.