Sospechaba siempre la trampa y, hacendoso, la buscaba en el acto.

Se pone a barrer la salita y el vestíbulo, hacendoso, sin decir nada.

El tal Laycock tenía que ser por fuerza un hombre hacendoso.

La abuela sonrió al ver a un grupo tan hacendoso, y les dijo:

Su temperamento imaginativo y hacendoso la empujó a colmar ese vacío con nuevas ocupaciones.

Todas las cosas habían sido removidas y el conjunto presentábase limpio, pulcro y hacendoso.

Era hacendoso, tenía ganas de aprender y demostró ser hábil.

El corazón del hacendoso Yákov Lukich no pudo resistir más.

Entró Beatrice, una mujercilla esmerada, rolliza y bien formada, erguida y de aire hacendoso.

Tenía todo el aspecto de un gnomo hacendoso y se empeñó en invitarlos a merendar.

Oigo crujidos y chasquidos, quizá pájaros en la maleza, un erizo hacendoso, un gato vagabundo.

Es hacendoso, muy cortés y, a juzgar por su expresión, vive encerrado en sí mismo.

Era todo un subir y bajar hacendoso, y en poco tiempo la ciudad quedó desierta.

Pero siempre había sido un chico hacendoso y era probable que lo hiciera él mismo.

Era un hombre íntegro, correcto, fiel y hacendoso.

Héctor, el pobre, es hacendoso como él solo.