Casi inmediatamente, un hombre cetrino, corpulento, entró y se dirigió hacia Toñita.

Blinker era el director de la pista, un hombre cetrino, flaco, antipático.

El sargento es un hombre cetrino, alto, de mirada severa y aspecto triste.

Cuando estaban discutiendo, llegó Hermann con un hombre cetrino, barbado y aspecto sensitivo.

A aquel hombre cetrino no pareció gustarle mucho tal desmedido arrebato.

Verás a un hombre cetrino al que se le ve el pelo muerto.

Argyr Argyri era un hombre cetrino de voz atiplada, como la de una mujer.

Él era un hombre cetrino, de pelo blanco, muy corto.

Un hombre cetrino, con la actitud untuosa de un empresario de pompas fúnebres, venía delante.

Eso hicimos, pero el hombre cetrino empezó a gritar:

Miró al hombre cetrino, con unas frías pupilas azules, límpidas, extrañamente vidriosas y malignas ahora.

Uno de ellos era un cura catalán, mosén Pau, hombre cetrino y cejijunto, muy áspero.

Un hombre cetrino, de pelo oscuro, se encontraba allí.

Pasaron a los presos delante de una mesita baja, donde un hombre cetrino hacía las preguntas.

Un hombre cetrino, con pelo negrísimo y una gran sonrisa, se acerca lentamente hacia mi mesa.

Precent siempre había tenido la cara de un hombre rubicundo; Cynrig, la de un hombre cetrino.