No le latía con fuerza el corazón: era un hombre de temple.

Un año después, otro hombre de temple se cruzaría en su vida.

Solo el tiempo calmaría su temperamento, transformándolo en un hombre de temple.

Y mientras haya un hombre de temple, habrá cierta esperanza para el mundo.

Él era un hombre de temple, pero aquello superaba cuanto había podido imaginar.

Se jactaba sobre todo el ex secretario de ser un hombre de temple.

Su eminencia monseñor Berlinghiero Gessi era un hombre de temple sanguíneo.

El chino es un mercader nato y un hombre de temple.

Las mujeres tienen que tolerar muchas cosas que un hombre de temple jamás aguantaría.

El doctor Seward tenía que tratarse sin duda de un hombre de temple extraordinario.

Te crees un hombre de temple muy distinto al mío.

Todas sus cartas revelaban a un hombre de temple.

Dicen que fue un hombre de temple, que se paró en tres y dos antes la muerte.

De las manos de la naturaleza y de la historia salió como un hombre de temple heroico.

Es hombre de temple, pero estaba nervioso.

Es un hombre de temple, que cuenta siempre cosas interesantes, como recuerdos de sus excursiones por tierras americanas.