Significats de inactivo en espanyol

Pero en general ocurre todo lo contrario: se marcha a ritmo lento.

El tema sigue en agenda y su aprobación avanza a paso lento.

Se trata de un proceso lento, incluso en los países más desarrollados.

Nos sirve hasta cierto punto de ayuda un lento proceso de acomodación.

El médico había dicho que era posible que el proceso fuera lento.

Incluso Fielding resulta un tanto vago en su respuesta a mi pregunta.

El concepto de error, pues, resulta en este contexto vago e inapropiado.

Pero debe entender, señor, que uso la palabra en sentido muy vago.

El vago recuerdo de algunas palabras de esperanza le enseñaron la salida.

Pero fue extremadamente vago en cuanto a su forma y su contenido.

Sin embargo, el vagabundo continúa sin responder y sigue a lo suyo.

Apuro el paso; ya no tengo ritmo de vagabundo, sino de fugitivo.

No obstante, sigue vivo y se ha quedado con un gato vagabundo.

Mi compañero está tomando declaración al vagabundo y a otros testigos; ratatatá.

Tampoco vagabundo, pues la palabra pertenecía a la época de su abuela.

Pero aparentemente existe un tercer criterio, descuidado por la ciencia médica actual.

Lucía un aspecto aparentemente descuidado que en realidad era todo lo contrario.

Pero un simple comentario descuidado bastaría para poner en peligro nuestros planes.

Algunas instituciones se han descuidado un poco por el cambio de Gobierno.

No era posible dudarlo; el último capataz había sido, realmente, muy descuidado.

Estaba un poco flojo además; no estaba bien sujeto; otra faena más.

Este Gobierno es probablemente el más flojo de toda la reciente democracia.

Éstos mueven cifras demasiado generosas como para que regrese lento y flojo.

Políticos y estudiantes piden su salida del cargo por su flojo desempeño.

El nivel intelectual de sus colegas, a su juicio, era generalmente flojo.

Este perezoso y regular proceso producía en Ganin un curioso efecto calmante.

Se siente perezoso, incapaz de realizar esfuerzos y lejos de sus objetivos.

Además, es perezoso; pues no acepta el dolor de pensar, de investigar.

Es perezoso y temperamental, pero hoy le ha llegado su última hora.

Ha sido perezoso y un inútil y no ha escrito una palabra.

Mujeres de todo el mundo son a diario víctimas de acoso callejero.

Perry Mason no añadió nada, prosiguiendo con su observación del tráfico callejero.

Uno de los aspectos que considera el estudio es el acoso callejero.

El espíritu público era manía de orden callejero y de platitud moral.

El acoso callejero se considera una variante de la violencia de género.

Pero esto parece un modo bastante indolente de afrontar una dificultad conceptual.

Somos una sociedad indolente, sumamente crítica con los demás, polarizada y arrogante.

El comandante hizo un saludo indolente y se presentó según el reglamento:

Aquel aspecto desalentado, indolente y melancólico que le caracterizaba había desaparecido completamente.

Batían el agua con los pies, de un modo indolente pero resuelto.

No obstante, las semanas de recuperación no consistieron únicamente en ocioso placer.

Es joven y saludable; sin embargo, se ve obligado a permanecer ocioso.

Está tan fuera de toda duda que parece ocioso referir más ejemplos.

Ese dolor, señor Poirot, no existe y es ocioso pretender lo contrario.

Hace el joven príncipe mayores esfuerzos y no permanece ocioso su enemigo.

Una serie de irregularidades que hablan de una administración cuanto menos negligente.

El fallo del tribunal fue unánime: mi comportamiento no había sido negligente.

La moraleja trata de cómo la magia negligente ocasiona problemas a todos.

Y he sido muy negligente al no reconocer también su participación, señor.

No me crea negligente o insensible si no hago comentarios sobre ello.

En este mismo morón, sentados sobre otro pañuelo y mirando al horizonte.

El método general de Goddard para identificar un morón eran la sencillez misma.

Las medidas de seguridad en Morón son responsabilidad de la Fuerza Aérea.

Hoy se cumplen diez años del inicio de nuestro gobierno en Morón.

Venezuela se cuenta entre los 10 países con mayor biodiversidad, precisa Morón.

Era holgazán incluso en la época en la que solíamos estar juntos.

Eres demasiado holgazán y confías mucho en el capital de tus padres.

En realidad es muy fácil: vivo aquí lujosamente, engordando como un holgazán.

No eres holgazán y, sin embargo, pasas el tiempo en la ociosidad.

El vil populacho lo empuja y lo trata de pícaro y holgazán.

La verdad es que si madrugo es precisamente porque soy un dormilón.

Pasó los diez minutos siguientes mostrando a Richie cómo hacer el dormilón.

Era una mañana como para tentar a madrugar al más inveterado dormilón.

El hielo del carácter reservado y dormilón de Nublosa se había roto.

Bostezó un arriero dormilón, metiéndose por el vano amarillo de un pajar:

Pero no menos cierto era que no se trataba de ningún gandul.

La raíz del gandul puede alcanzar hasta los dos metros de profundidad.

Así que esas son las intenciones de ese gandul: quiere nuestra nave.

Dice que se merece lo que le pasa porque es un gandul.

En la acera de enfrente hay un gandul apoyado en una moto.

Este huevón no tiene idea de lo que significa esa palabra, pareja.

Porque fue decir huevón y Budinetto salió bramando del interior del carromato.

A ese huevón tráiganmelo para acá porque lo necesito para esta noche.

Anda, retoca las fotos y déjalo bastante más perjudicado a ese huevón.

Sintió que cuando le decía manganzón, en realidad quería decirle huevón, maricón.

En cambio, el haragán, a pesar de su preocupación, se siente inseguro.

Sé por experiencia que es un haragán a la hora de estudiar.

El haragán que lo haga podrá hacer una caminata de nueve millas.

Y el haragán de cincuenta o sesenta años corría a mirar desesperado.

Yo era entonces un haragán; Ham tenía una inteligencia viva y despierta.

Me gustaría enviar luces zángano delante de nosotros, si eso fuera posible.

Puede que fuera un empleado del Gobierno, pero no era un zángano.

Sabía lo que diría el zángano; él mismo había compuesto el informe.

Pues que algún zángano lo utiliza cuando yo no estoy de servicio.

Pero el zángano que lo tocaba rechazó la imagen y la borró.

Las dos locomotoras iniciaron simultáneamente, aunque en sentido contrario, su arranque remolón.

Teniendo en cuenta quiénes requerían su presencia, no convenía hacerse el remolón.

Además, llegaremos a Berlín mucho más rápidamente que con ese Reichsbahn remolón.

Pero mi Wuttke no decía ni palabra, limitándose a hacer el remolón.

Habían terminado de hablar, pero él seguía allí, haciéndose el remolón, observándole.

Se han apoltronado ustedes trabajando de maestros de escuela y de agrónomos.

Marcelo siguió apoltronado entre tres viejos, con el televisor a todo volumen.

Por otro, si permanezco ocho horas apoltronado en el sillón, acabaré anquilosado.

Allá se adelantó con curiosidad hacia el hombre apoltronado sobre los cojines.

Grace estaba en el salón de casa, apoltronado en el sillón reclinable.

Le estaba diciendo: usted y su amigo el atorrante, son buenas personas.

En las inmundas callejuelas, en el conventillo atorrante, nadie le había respondido.

Era un atorrante divertido que nos llenó de alegría, dijo el periodista.

En cambio Eustaquio, de haber seguido sus impulsos, hubiera sido atorrante.

Dicen que usted es un atorrante que se las da de investigador privado.

Yo ya andaba en negocios cuando vos os lo hacíais en el culero.

Por qué no lo arrastraste, a puro chingadazo hasta el más culero camina.

Quieres irte a tu casita en la playa antes de tiempo, ¿verdad, culero?

La verdad es que me encanta... ¡Pero qué reverendo culero soy!

Ni lo es para el culero ni lo es para nosotros.

He tenido hasta hoy un seso altanero, importuno, desidioso y culpablemente desahogado.

Se manifestó como hombre de poca voluntad, un tanto desidioso y versátil.

En nuestro desidioso siglo hay que respetar, si no venerar, esta determinación moral.

El desidioso, el que tiene muchos deseos, acaba en la indolencia.

Una vez en marcha, Troy se preguntó por qué se sentía tan desidioso.

Cruzacampos, vagamundo, montaraz, caminador: me reía solo y me escuchaba la risa.

Al menos en apariencia no había mucho que envidiarle al vagamundo.

El vagamundo, tranquilamente, entró en el ascensor y pulsó el botón del nueve.

El vagamundo contó hasta cinco esperando la bajada en tropel de los primeros vecinos.

Yo pretendía ser el otro, un divertido vagamundo que llevara alegría allí donde estuviera.

Pasó un ángel pachorrudo y burlón antes de que volviéramos a hablar.

El pachorrudo lo miró con el desprecio mayestático de la ginebra:

El índice del pachorrudo le tocó el hombro con inesperada delicadeza:

Un carcelero pachorrudo, de nombre Baudilio Foxaca, fue junto a ellas.

En recepción, atendía el canoso pachorrudo del día anterior.

Ahora soy independiente y tengo mi casita, aunque no me he aplatanado.

Él iba accionando la bomba de morfina y estaba realmente aplatanado.

Allí tumbado, aplatanado por el calor, a oscuras, sin poder respirar, el terror.

Me quedé aplatanado, sentado en la silla y contemplando el suelo de madera.

Vaya, chico, yo pensaba que con tanto tiempo en Cuba te habías aplatanado.

Yo era un estudiante pendenciero, jugador, aficionado a mujeres y muy desaplicado.

Pero el régimen la ha asumido y ha desaplicado esa legislación.

Fui discípulo paciente, y si bien no precisamente desaplicado, tampoco sobresalí.

Y sobre todo por su perfume escolar, párvulo, desaplicado, colegial, torpe.

El maestro utilizaba la férula para reprimir al alumno desaplicado.

Muy buena gente Sin embargo el manganzón es un tipo buena gente.

Sintió que cuando le decía manganzón, en realidad quería decirle huevón, maricón.

En todas las culturas El hijo manganzón se encuentra donde quiera.

Si es negativo es manganzón, bolsudo, gordo, descuidado, indiferente o ineficiente.

Máster en manipulación El manganzón tiene un máster en manipulación.

Seguro que yo no seré para ella más que un molestísimo zanguango, ¿verdad?

Francisco Chaperón no consentirá otra vez que D. Tadeo Calomarde le llame zanguango.

Mire, ahora, a aquel zanguango subiéndose encima del chiquilín.

No se tolera que un zanguango rompa un vidrio: la autoridad debe arrestarlo y multarlo como contraventor.

Su padre es un persona con tierras y muchos animales, y este Javier dice que es un zanguango: que nunca entendió nada.

Todo aquello iba dándole vueltas por el molondro, ya aposentado en Madrid.

Felizmente, el premio otorgado por Abascal al molondro predicador

Una nueva ruta en el Puro o una pared sin escalar eran un techo molondro.

El conde, con los ojos en blanco, hurga en la pretina que tiene delante y que por torpe molondro no libera.

Alberto propuso ir a escalar: "¿Quién viene conmigo al Techo del Molondro?".

La pobre no tenía nadita de ganas de casarse con aquel gandumbas.

Los hombres de grandes narices suelen ser también de gran birote y gordas gandumbas.

Sois unos gandumbas y eso es to.

Desde muy bebé, ya era un gandumbas.

Que tú con tu cancamurria gandumbas ñiquiñaque tarugo empampirolado ya no ves ya no recuerdas estos santos campamentos atan y tan morrocotudos

En el corredor, chocó casi con el sumiso y pachorriento camarero negro.

Ella comenzó a andar; los zapatones negros crujían a cada paso; él, pachorriento, chancleteaba las zapatillas mal calzadas.

Alto, delgado, bien hecho, barba negra y rala, derechito, tranquilo, algo pachorriento, el capataz de la estancia Las Garzas era un hombre.

-Elpueblo de Mangue Seco es más pachorriento que el de aquí.

Entonces se le deja seguir y los perros y los pájaros, los pachorrientos sapos y las fulmíneas lagartijas lo reconocen.

-MalditoPiojo, llevas todo el día agalbanado, zanganeando y en las nubes -ledice-.

Oh emperatriz de los farmacéuticos, ten piedad de los afofados, los afrontilados, los agalbanados y los aforados que se afufan.

El tren marcaba un ritmo uniforme, galbanoso.

Yo voy a ver si encuentro a esa galbanosa.

Maigret empujó la puerta del despacho de los inspectores, en donde reinaba la misma atmósfera galbanosa que en el resto de la ciudad.

No debes olvidar que es un buen partido y hay mucho zangandullo... -Volvióa sonreír en la forma acostumbrada, aunque le suponía un esfuerzo.

En cuanto al primero, al igual que el zangandungo, era un tipo inexperto y manazas, sujeto vil y parapoco, de cuerpo ancho, rechoncho y retaco.

Pues a llenar la bartola, con esos dos zangandungos".

Algunos zangandungos andan con las manos desolladas en sangre, como damiselas de corte, que aunque rufianes, debían cuidar la piel por sales para los naipes.

Estoy un poco apalominado.