Las diez serían cuando el pobre Tomé, inerte en el lecho, balbucía con incierta voz aquellas descosidas expresiones.

Las diez serían cuando el pobre D. Tomé, inerte en el lecho, balbucía con incierta voz aquellas descosidas expresiones.

El primero rompió el silencio; su incierta voz de quince años turbó con sus acentos melancólicos las meditaciones de Amory.

La incierta voz de hombre, al otro lado de la línea, bajó el tono, como si quisiera ocultarse, y murmuró: "Está arrestado...".

-Latragedia de su incierta voz le había inundado los ojos de lágrimas, pero Forester avanzó rápidamente hacia ella-