1La propietaria de la jata puso a calentar agua en un caldero.
2Se fue a la jata y pronto llegaron sus compañeros.
3Entró en la jata y entonces su padre le preguntó:
4Así, llegaron a un bosque impenetrable y vieron en medio de él una jata.
5Enseguida se deslizó dentro de la jata un enanito barbudo del tamaño de un dedo.
6La anciana entraba y salía de la jata.
7En ese momento, Guisante Rodante golpeó la puerta de la jata con el roble, casi derribándola.
8Se le encogía el corazón cuando imaginaba voces guturales gritando en el zaguán, y después la patrulla alemana que irrumpía en la jata.
9Otra visita inolvidable la muestra la cima del monte Jata, con vistas impresionantes.
10Esta mañana le rendimos tributo al perrito asesinado en La Jata, en su tumba.
11Esta vez fue a parar a un cuarto en el barrio marginal La Jata.
12La Junta Asesora del Transporte Aéreo (JATA) ya emitió sus dictámenes con su opinión técnica.
13Ninguna encontró la oposición de la JATA.
14Tampoco incluían en su perímetro las montañas Jata, Bizcargui y la Peña Lemona que rodeaban la localidad.
15¡No me da pena de esta jata, aunque sea un bien público!
16"Yo se lo tejeré, cuando nos vayamos a vivir a nuestra nueva jata.