Sus largos rizos pelirrojos le caían por los hombros como un telón.

Luego se vistió y de un tijeretazo se cortó sus largos rizos.

Era alto, huesudo, con largos rizos rubios y ropa chillona y amplia.

Todavía llevaba sus largos rizos, pero ya no eran rojizos sino blancos.

Arriesgándose, Gabriel alargó la mano y le acarició los largos rizos húmedos.

Le caían sobre los hombros los largos rizos de una peluca azul.

Es una chiquilla con hoyuelos y largos rizos y se llama Harriet.

Sus largos rizos eran como virutas, y su rostro, hosco y triangular.

Tenía largos rizos, como virutas de madera, y un apasionado rostro triangular.

Abatido enterró la cara entre sus manos y sus largos rizos rojizos.

Grandes ojos azules, lozana piel de melocotón, brillantes y largos rizos castaños.

Los largos rizos negros se enmarañaron, ensangrentados, y rodaron por el suelo.

Era un niño adorable, de largos rizos negros y enormes ojos negros.

Y su pelo... Dios santo, se había cortado los largos rizos rubios.

Al ver su figura espigada y sus largos rizos oscuros sintió una punzada.

Sus largos rizos centelleaban como llamas bajo las luces del escenario.