1Cornelia Leber señaló una caja de cartón que había junto a la mesa.
2Cornelia Leber asintió y lo acompañó de nuevo a la sala.
3Hasta que un día Matthias Leber había aparecido en su consulta.
4Cornelia Leber se sentó y movió una cucharilla con gesto ensimismado.
5Solo que la desesperación de Leber nunca llegaba a ser desesperanza.
6Cornelia Leber dejó caer las manos y se lo quedó mirando.
7En cualquier caso, tengo acceso a los e-mails de Leber.
8Leber se le acercaba cada vez más, presa del entusiasmo.
9Leber ya habrá revisado el motor y lo habrá repostado.
10Eran otras llaves, pero Leber no tenía por qué saberlo.
11Leber era alto, enjuto, y tenía unos dientes insólitamente grandes.
12Llamó al piso de Cornelia Leber y ésta abrió enseguida.
13Cuando Leber abrió la puerta, ella ya se había ido.
14Leber esperó a que padre e hijo estuvieran en el umbral de la puerta.
15Además, asegura que no conservan ningún documento de Leber.
16Y también el piso de Cornelia Leber, es posible que la mujer nos oculte algo.