1Tenía el pelo peinado y la cara recubierta de mador.
2Un mador la unge al temer no recordar los muchos detalles quisquillosos del protocolo en que la baronesa la instruyó.
3Y pararse, de pronto, en seco, alcanzada la victoria, con el aliento corto y un ligero mador en las sienes.
4No cabía duda de que tomaría un amante, y éste sería Mador.
5Sir Mador no es diferente de los demás caballeros de la corte.
6Mador rió con una seguridad que Patrise nunca había advertido en él.
7El cruel recuerdo de su derrota a manos de Mador le sacudió.
8De pronto Mador sintió que el corazón estaba a punto de estallarle.
9Sir Mador, que fue el primero en caer, se rompió la cadera.
10En ese instante Mador le apuntó con su acero en la garganta.
11Mador tragó saliva para deshacer el nudo que tenía en la garganta.
12Esta vez, cuando el caballero rojo hizo un quiebro, Mador le imitó.
13Mador le dedicó una mirada de adoración y se puso de rodillas.
14Bueno, Mador, en esta aventura habéis entregado la virginidad de vuestra alma.
15El joven Mador, por ejemplo, aún no ha cumplido los veintiuno.
16Cualquier otro hombre habría entendido el sentido real de las palabras de Mador.