Entre las nieblas del sueño, recordé al señor Juan de Alberte.

Mirándolo me doy cuenta de que se me acercan las nieblas del sueño.

Kane se incorporó de un salto, las nieblas del sueño desapareciendo.

Volvió a sonar el timbre, perforando las nieblas del sueño pero sin despejarlas.

Cerré los ojos sin voluntad, y volví a quedar sumido en las nieblas del sueño.

Luego, pensó mientras se hundía en las nieblas del sueño, ya pensaría luego en las implicaciones.

Envuelto entre las nieblas del sueño le recordaba yo ahora como una advertencia de nuestro incierto futuro.

Un muelle del somier gimió y crujió, las nieblas del sueño se aclararon y Rodney se despertó.

Un muelle del somier gimió y crujió, las nieblas del sueño se aclararon y Rodney Furnell se despertó.

En cuanto las nieblas del sueño desaparecieron de su cerebro, le explicó lo que había descubierto y añadió:

La muchacha abrió los ojos inmediatamente y se incorporó, en tensión, sacudiéndose como pudo las nieblas del sueño.

Retrocedí sobresaltada mientras mi mente rasgaba las nieblas del sueño y yo intentaba alejarme de la expresión aterrorizada de Zu.

Poco a poco volvieron a cercarme las nieblas del sueño, un sueño ingrávido y flotante, como la sombra de una bandada.

Poco a poco volvieron a cercarme las nieblas del sueño, un sueño ingrávido y flotante, lleno de agujeros, de una geometría diabólica.

Cuando el muchacho volvía a hundirse en las nieblas del sueño, le pareció oír que el mago le decía: "Descansa, Mikhon".

Antes de entrar al refectorio dimos otro paseíto por el claustro, para disipar las nieblas del sueño en el aire frío de la tarde.