1Lo único malo es que oxalá tuviese más comida que daros.
2En cuanto a mis pensamientos sobre Oxalá, mi orisha, eran poco halagüeños.
3Invoqué a mi orisha, Oxalá, en la antigua lengua portuguesa del candomblé.
4Ha olvidado a Oxalá, pero él nunca se olvida de usted.
5Recé de nuevo a Oxalá, pero pronunciaba las palabras automáticamente.
6La estreché con fuerza contra mí y recé de nuevo a Oxalá, en silencio:
7Ergo no podés tirarla bajo ningún concepto, so pena de que Oxalá tome venganza.
8Yo invoqué a Oxalá para que nos mostrara el camino.
9Y me había convertido en seguidor y adorador de Oxalá.
10Así estuvieron hasta que la iaó de Oxalá anunció que la comida estaba preparada.
11Había sido mejor que Oxalá, el mayor de los santos.
12Oxolufá, que era el Oxalá viejo, solo reverenció a Jubiabá.
13El Exu es el enviado de Oxalá, la primera energía que llegó a la tierra.
14De la línea de Oxalá forman parte San Antonio y los Santos Cosme y Damián.
15Era mejor que Oxalá, el mayor de los santos.
16Mis emociones pertenecían a Oxalá, al igual que hacía muchas décadas en Río de Janeiro.