Sus manos rollizas le parecían jamones y sus dedos eran como rodillos.

A Eduardo le hizo gracia pensar que parecían jamones colgados en una charcutería.

Sus brazos parecían jamones y sus piernas pálidas y fofas hogazas de pan.

Es rubio, lleva el pelo corto y tiene unos brazos que parecen jamones.

El hombre era ancho de hombros y sus manos parecían jamones.

Chemodurow vadeaba sin vacilación entre los invasores, chapaleando con esas manos que parecían jamones.

Cada uno pesa noventa y cinco kilos, calza zapatones, y tiene manazas que parecen jamones.

Al menos eran delgados y no parecían jamones.

Un hombretón calvo, con brazos que parecían jamones, se les acercó limpiándose las manos en el mandil.

Sus puños parecían jamones en lata.

Todo en ella sugería redondez, desde las mejillas de manzana hasta las pantorrillas, que parecían jamones de Navidad.

El nuevo capitán, Montague, tenía la misma constitución que Dudley Dursley, con unos antebrazos enormes que parecían jamones peludos.

Sus brazos cruzados parecían jamones.

-Ellaes una giganta con unos brazos que parecen jamones, y con mucho genio.

Era un hombre de unos cuarenta años, bajito y de complexión fuerte, con unos brazos que parecían jamones gigantes.

¿O volvería a usar esos puños que parecían jamones?