Radiante pelo rubio, un pecho protuberante bajo el escote de tafetán.

Observó su perfil, su cabello rizado color zanahoria, su nariz ligeramente achatada, sus amplios hombros, su pecho protuberante.

Sus alumnas lloraban con solo verla, especialmente cuando las rabietas hacían temblar los múltiples lunares carnosos que cundían su pecho protuberante.

Monsieur Boutardin, de pie junto al hogar, con la mano en las solapas y el pecho protuberante, se expresó en estos términos:

Tumbada en la primera cama de la derecha había una mujer blanca de pecho protuberante y vestida con chándal y botas de excursionista.

Frances se rio agitada y se recostó, cómoda, sobre los pechos protuberantes de la robusta muchacha.

Miró su rostro, su cuello; sus ojos se demoraron en los pechos protuberantes, ocultos bajo su vestido de cuello alto.

Era un hombre bajito y rechoncho con pechos protuberantes, pezones peludos y un abultado vientre que le colgaba por encima de los genitales.