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La percepción significa la existencia de un perceptor y un objeto percibido.
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Une el perceptor con lo percibido en un campo de conciencia unificado.
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Todo esto es conciencia pura, no hay perceptor ni objeto de percepción.
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La interpretación revela más sobre el perceptor que sobre el objeto percibido.
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Sin embargo yo, como perceptor, percibía que mi coche no estaba allí.
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Finalmente cada perceptor capta la abstracción, a su propio sentir y entender.
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Lo único ilícito aquí es la conducta de Rojo, perceptor del soborno.
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Aquí hay un cambio en el perceptor que causa cambio en lo percibido.
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Pues a despedirle y repetir la jugada: contratar a otro perceptor.
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En el creador no hay un perceptor ni un objeto percibido.
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Todo eso, esta masa de conciencia, solo es el propio perceptor.
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Hay verdad para cada perceptor según las pautas kármicas que condicionan sus percepciones.
13
Nuestro perceptor mental intercepta la transmisión inconsciente y la retransmite de modo consciente.
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No es algo que el perceptor haga, sino algo que hace la divinidad.
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Cuando el perceptor percibe de manera equivocada, las cosas percibidas también son incorrectas.
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Pero el otro término, el teatro de la consciencia del perceptor, está ausente.