Yo lo reconozco por su contextura y porque tenía las piernas chuecas.

Le faltaban varios dientes, y le veía las piernas chuecas, muy chuecas.

Es chueco, pecho implume pero de tórax vigoroso y unas piernas chuecas.

Se marcha caminando con las piernas chuecas y el aliento agitado.

Su primo, un rubio flaco de piernas chuecas, tenía probabilidades de salir vencedor.

Si pudiera estirarse las piernas chuecas llegaría al metro ochenta.

Repudiamos por igual las piernas chuecas y el polio.

A él en cambio le veía la espalda flaca, las costillas salidas y las piernas chuecas.

Ella jamás podrá bailar en el tubo porque con esas piernas chuecas no podría ni agacharse.

Un viejo de barba larga y piernas chuecas, se acercó con desenvoltura para sufrir el mismo desaire.

Superbarrio tiene barriga y piernas chuecas.

Tenía un rostro infantil que no cuadraba con la manera con que sus piernas chuecas chocaban a los aleros zurdos.

Arrastró sus piernas chuecas.

Con las ropas casi destrozadas, el pantalón muy caído, la barriga hinchada y las piernas chuecas muy abiertas, parecía un cowboy tardío.

Nadie se rió más que él, pero nadie se fue de la fiesta más que López Miranda y su señora con las piernas chuecas.

Diez minutos más tarde veo a los cuatro hermanos avanzar desde lejos, separados como para un duelo de western, las piernas chuecas, el andar presidiario.