1De hecho, se sentía tan embargada de ese júbilo que no podía evitar ponerse de hinojos.
2Comenzaron a ponerse de hinojos.
3Mártov, dicho sea en honor suyo, tuvo la suficiente firmeza para no ponerse de hinojos ante el desinterés de la Entente.
4Y diciendo y haciendo, se arrojó del caballo y se fue con mucha humildad a ponerse de hinojos ante la señora Teresa, diciendo: