1Ojo por las reposeras, te cobran 1 pound por silla…Nosotros nos sentamos en el pasto.
2Fue entonces cuando vino Ezra Pound; no, eso ocurrió de otro modo.
3Tras media hora de esfuerzo, renuncio también a la lectura de Pound.
4Pero Pound encontró inapropiadas y crípticas las monosilábicas respuestas a sus preguntas.
5Me esperan en Pound Ridge a las nueve y media en punto.
6Pound frunció el ceño, un poeta barbudo pero malhumorado de mucha energía.
7Ni Pound estaba seguro de que las patrullas alemanas respetaran sus documentos.
8La manera en que lo había visto Ezra Pound: un roble nativo.
9Otto se quitó las gafas de seguridad y le sonrió a Pound.
10Ezra Pound sufrió tremendos suplicios hasta encontrar a su dudoso César personal.
11Evalué y respeté las grandes cualidades personales y profesionales del almirante Pound.
12Y por supuesto, ambos, Pound y Yeats, tienen apellidos de cinco letras.
13Los ojos de Pound estaban pegados a la cámara de los especímenes.
14Pound no desaprovechó la oportunidad de verter una de sus frases lapidarias.
15Nell guió a Pound apoyando con firmeza una mano en su cintura.
16Martin Pound contempló el cielo mientras seguía el sacerdote con su rezo.