Al llegar a este punto oyéronse dos golpes a la puerta del figón.

La Lechuza estaba en el umbral de la puerta del figón.

Una marcha de un cuarto de hora nos siguió a la puerta del figón.

Un momento después, estaban delante de la puerta del figón.

Junto a la puerta del figón, estrechándome la mano con fuerza, me aconsejó en broma:

Abrió la puerta del figón y salió a la lluvia y a la intemperie, con ánimo sin duda de ausentarse.

Carvalho se vuelve y ve en la puerta del figón a una mujer que hace señas en dirección a ellos.

Habían llegado a la siguiente esquina de la calle y doblaban por ella, cuando se abrió a sus espaldas la puerta del figón.

Domingo, vos y yo vamos a salir, antes de que amanezca, a buscar las cabalgaduras y las traeremos a la puerta del figón.