La criada trajo una bandeja con el té, pumpernickel y manteca dulce.

Disqueó unas cuantas lonchas de cordero con especias servidas sobre una capa de pumpernickel, el pan típico del lugar.

Sacaron pumpernickel de un armario, pan de centeno y salchichas de otro, y todos se pusieron de nuevo a charlar y a comer.

Sacó una hogaza de pumpernickel de la caja del pan y se sentó con eso, el roast beef, el jamón y un frasco de mostaza.

Pumpernickel entró en mi vida, meneando la cola, en agosto de 1990.

Ya nunca volví a ver a Pumpernickel, ni a ningún otro perro, igual.

Puedo afirmar que, mientras estuve en Pumpernickel, la Cámara no celebró una sola sesión.

Debo darme prisa, porque ahora tenemos una emisión desde Pumpernickel.

Fanarra y Alto Fanarra, Pumpernickel Rock y Red Windmill.

Sigo pensando en mi perra, Pumpernickel, que me mira, que se ve en mis ojos.

Uno de los placeres especiales que me proporcionaba Pumpernickel era verla actuar sin estar yo presente.

Con Mina, y con la Bagration, y con todas las demás, nuestro buen Pumpernickel no hace más que distraerse.

Lo que me complace de mis dos o tres reuniones diarias con Pumpernickel es la normalidad con que se desarrollan.

En mis primeros años con Pumpernickel, yo trabajaba a jornada completa y ella enfermó de la clásica ansiedad por separación.

Que en la ciudad de Pumpernickel existían divisiones, odios y rencillas, no puede negarse: la política no perdona a nadie.

-Mepuede usted llamar por cualquiera de los nombres siguientes: Jones, Breitman, Higginbotham, Pumpernickel, Davio, Hénderland.