La vida tenía que retomar el ritmo parsimonioso y cautivo de las tierras de origen.

Heracles volvió a asentir, pero mantuvo el mismo ritmo parsimonioso y torpe de sus pasos.

Pero no podía soportar el ritmo parsimonioso de una cena en un restaurante de lujo.

Los hombres remaban a un ritmo parsimonioso, reservando las fuerzas por si se producía un avistamiento.

Una única y gorda pata trasera marcaba un ritmo parsimonioso mientras el komahd recitaba en gal-seis.

Acomodó su paso a ese ritmo parsimonioso.

Allá abajo, un mar en calma lamía las rocas con ritmo parsimonioso, como si estuviera distraído soñando despierto.

Sus genes la harían crecer a un ritmo parsimonioso, solo suficiente para alcanzar la plena madurez en cinco meses.

Su ritmo parsimonioso se vio sacudido por el arresto de Morabito, uno de los diez criminales más buscados del mundo.

Empezó a moverlos a un ritmo parsimonioso, decidido a dejarla en el mismo estado de necesidad en que él se encontraba.

Sus labios se dirigieron hacia los míos, cuidadosamente, con un ritmo parsimonioso que me aproximó, que propició que deseara más y más.

Cada pocas palabras, Judith hacía una pausa tratando de adaptarse al ritmo parsimonioso en que transcurría el tiempo en aquella sala de reposo.

Pantites y los cretenses habían salido antes del alba y la caravana se puso en camino al ritmo parsimonioso que marcaban las carretas.

-Tengaen cuenta que pese a estar relativamente cerca de Santiago, El Monte es un pueblo más bien retirado y de ritmo parsimonioso.