1
Tiró... y la piel se desprendió, revelando debajo una segunda epidermis.
2
Unos pantalones de cuero por las rodillas cubrían sus piernas como una segunda epidermis.
3
La segunda epidermis, como he mencionado en otras oportunidades, era un sistema de seguridad de probada eficacia.
4
Mi piel era frágil y me ardía, me desgarraba, era como una segunda epidermis sobre mi rostro.
5
Las caderas y muslos se adherían al satén brillante, como si éste formase una segunda epidermis sobre ella.
6
-Empezastea besarlo furiosamente, a tocarlo sin detenerte en su cuerpo, acariciando una segunda epidermis-