Estaban entrelazados, se habían convertido en gemelos siameses unidos por la cadera.

Habíamos estado tan pegados que parecíamos hermanos siameses unidos por la cadera.

Sería como tratar de separar a gemelos siameses unidos por todos sus miembros vitales.

Parecían tres siameses unidos en el mismo bloque, esmaltados en la misma despreocupada elegancia.

Se trataba de unos siameses unidos por la cabeza, cuyas caras formaban un todo.

Somos almas gemelas, Johnny, gemelos siameses unidos por el corazón.

Parecen dos siameses unidos por la línea del colorete.

Éramos como dos gemelos siameses unidos por la espalda.

Estamos juntos en esto, como hermanos siameses unidos por la cadera, pero no por aquí.

Ambos miraban fijamente adelante, como siameses unidos por un punto crucial, pero invisible, en un lado del cuello.

Estaban completamente fundidos, mantenían una relación tan simbiótica como un par de siameses unidos por la columna vertebral.

Sinónimos siameses unidos por el corazón que se hacen daño el uno al otro y no pueden ni mirarse.

Abrí la hoja y leímos los dos juntos, como un par de siameses unidos tan solos por los globos oculares:

Había dos hermanos siameses unidos por la cadera que bailaban claqué como Sión no había visto bailar antes a nadie.

Se escapó de esta, pasando con rapidez junto a cuatro siameses unidos que le miraron fijamente con sus enormes ojos tristes.

Cardinal despejó parte del escritorio de Delorme y se sentó, sujetando el cable que los conectaba como siameses unidos por el oído.